Una película sobre la pena, y las consecuencias de la pena. Una película sobre el mal, y las consecuencias del mal. Una película sobre las acciones, y las consecuencias de las acciones. Una película sobre la violencia y las consecuencias de la violencia.
Eso es lo que plantea Martin McDonagh en Tres anuncios en las afueras. Un film que no dejará a nadie indiferente, que hace pensar, impactante, con un equilibrio perfecto y casi inverosímil entre la comedia y el drama, entre la emoción y la parodia, entre la sobriedad y el desatino, que nos cuenta la historia desgarradora de una madre que, incapaz de superar el trauma del asesinato de su hija, emprende una campaña contra las autoridades locales, a las que acusa de pasividad… haciendo algo que tiene unas consecuencias inesperadas a su alrededor.
Desde el principio, la película dinamita los tópicos y desarrolla a sus personajes de manera brillante y sorprendente. A ello contribuye el estado de gracia de la totalidad del reparto, empezando, claro está, por la inmensa Frances McDormand, siguiendo por los estupendos Woody Harrelson y Sam Rockwell, y sin olvidarnos de actores de carácter como Peter Dinklage, Clarke Peters o John Hawkes. La realizacíón, modélica en todo momento
En resumen: ve a verla ya. Y que nadie te cuente nada antes de entrar.
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