

Pero hace algo más de un año y medio, por fin se anunciaba una nueva serie de Thor, y con los guiones de uno de los "grandes" de Marvel: J. M. Straczynski, que se había encargado de dar renovados bríos a The Amazing Spider-man, era el elegido para devolver a Thor al Unverso Marvel. En la parte artística, Marvel elegía a un brillante Olivier Coiper, dibujante, entre otras cosas, de Dinastía de M. Con 13 números ya publicados, es hora de que hablemos un poco de este Thor del Siglo XXI.
La nueva serie se inicia precisamente con el retorno "físico" de Thor al Universo Marvel. En el limbo en el que habita desde que hiciera pedazos el tapiz de las Nornas, el Dios del Trueno recibe la visita del humano Donald Blake (al tocar éste el martillo Mjolnir, que aterrizó en la Tierra, exactamente en Oklahoma, justo antes de la Civil War). Ambos conversan, y Thor decide volver a caminar entre los mortales. Pero claro, está solo. El resto de los dioses han desaparecido... ¿o no? Por no mencionar que el mundo al que regresa no es el mismo que abandonó...
A su regreso, Thor recrea Asgard de la nada, en plena Oklahoma ("Donde está Thor, está Asgard", afirma), y después, se despacha con dos gestos de chulería sin igual: cuando el propietario del terreno donde se asienta el hogar de los dioses le reclama sus derechos, le cierra la boca a golpe de oro asgardiano; y cuando la policía le dice que no se puede edificar nada sobre ese terreno, "levanta" en el aire todo Asgard y contesta: "Ahora ya no está en el suelo".

Nuevas demostraciones del enorme poder del Dios del Trueno son la localización y "resurrección" de diferentes asgardianos "de fundamento": Heimdall, los Tres Guerreros, Balder el Bravo... y también Loki, con una sugerente nueva forma, esta vez femenina... Finalmente, con un esfuerzo que a punto está de costarle la vida, Thor resucita a todos los asgardianos restantes de un plumazo... a excepción de Odín. El motivo de ello lo explica Straczynski en los capítulos 7 y 8. En pocas palabras, ahora Thor es Odín.
Se puede achacar a Straczynski su habitual ritmo lento, incluso cansino, a la hora de contar la historia: cosa que no debería sorprender, vistas otras obras suyas como Supreme Power, por ejemplo. El guionista coloca sus peones con calma (con muuucha calma), y deja caer detalles, pequeñas y grandes revelaciones, lentamente, con cuentagotas, a la espera de llegar al momento en que se produzca un "terremoto" en Asgard... y ese cataclismo se produce en el número 600, en el cual Marvel "se la envaina" una vez más y recupera la "numeración original" del personaje, y bla bla bla.
El plan que Loki ha preparado meticulosamente tiene éxito... y abre una nueva etapa en la serie, dado el dramático suceso que se produce (que no revelaré...), y sus consecuencias respecto a la ya tensa relación entre Thor y Balder, y al papel del Dios del Trueno como protector de los asgardianos... por no mencionar una sorpresita final que se guarda el guionista en la manga, aunque ya la había insinuado con anterioridad.
El Thor del siglo XXI es diferente, y no sólo por el nuevo aspecto de su armadura, el cambio en la manera de hablar y su figura más masiva y pesada; es más poderoso, más "vikingo" y menos "superhéroe", y más "tipo duro", como demuestra en su "conversación" con Iron Man, cuando éste le pide que se registre segun la nueva ley surgida de la Civil War (resentimiento que continúa después de Invasión Secreta). De hecho, la integración en el nuevo Universo Marvel de un Thor obviamente poco afecto al "bando ganador" de la guerra civil es uno de los cabos sueltos que están ahí durante los primeros doce números de la serie. En el capítulo 11, Thor incluso llega a invocar el alma del fallecido Capitán América ante la tumba de éste, y le ofrece venganza por su muerte...

En cuanto a Olivier Coipel, no hay peros, excepto el comentado tema de la lentitud. Pese a que las escenas de acción son escasas: de hecho, la única batalla digna de tal nombre que ha tenido que ilustrar en el primer año de la serie ha sido la bronca con Iron Man en New Orleans... al menos hasta el número 600, donde hay batalla para dar y tomar, incluso para Coipel y Marko Djurdjevic (espectacular en las portadas, convincente a los lápices) al alimón. Coipel sale más que airoso, y dota a sus héroes asgardianos y a la propia Asgard de un aire más vikingo y realista, con ecos también del estilo WETA en la trilogía de El Señor de los Anillos. El diseño del nuevo Thor me parece colosal, así como la visualización de Hela, la diosa de la Muerte, o el sugerente aspecto femenino que le da al taimado Loki. Y faltan palabras para describir el excepcional trabajo en el color de Laura Martin.
El resultado, en conjunto, me parece estupendo: el Thor del siglo XXI es un personaje diferente, y eso es todo un mérito. Ahora, tras el cataclismo del número 600, realmente logrado, veremos si sigue adelante y se consolida, tras su estupendo resultado comercial en EE.UU., y se convierte en un nuevo momento de gloria para un personaje que ha disfrutado de largas etapas de bonanza con autores como Lee, Kirby, Buscema, Thomas o Simonson. La pregunta es ¿cuánto tiempo continuará Straczynski al mando de los guiones? Ojalá que mucho, pero dado que ya no tiene contrato en exclusiva con Marvel y se prepara para continuar la versión moderna de The Brave and the Bold para DC, no sería una sorpresa que cualquier mes de estos nos encontremos a otro escriba a los mandos... y esperemos que de suceder esto, la calidad de la serie no se vea afectada.

Y a juzgar por la sorprendente portada alternativa de Djurdjevic para el Thor 601 (a la izquierda de estas líneas), hay muchas más sorpresas esperando...
2 comentarios:
Que cercano tengo este heroe
Hola,
A mi esta nueva etapa del personaje me esta gustando muchisimo. De hecho no disfrutaba tanto desde Walter S. No es que esta etapa lo supere ni nada por el estilo pero tiene mucha ruta por delante.
De momento solo he podido disfrutar hasta el número 8 y si bien Coipel me gusta muchisimo para mi lo ha superado Marko en los números 7 y 8. A mi me ha encantado el trabajo hecho por el tipo.
Un saludo.
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