"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 17 de octubre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… TWIN PEAKS (2)


Primera parte

2. Una serie diferente
De no obtener la serie el resonante éxito que obtuvo Twin Peaks en todo el mundo, quizás ahora no disfrutaríamos de series tan interesantes como The Sopranos, Deadwood o The Wire, entre otras tantas… Porque nadie se habría vuelto a atrever a desafiar a los espectadores con una intriga diferente, extraña a ratos, absorbente, como la que proponían David Lynch y Mark Frost en Twin Peaks.

A principios de los 90, mientras llegaba el ocaso de Steven Bochco, creador de Hill Street Blues, mantenían el tirón sitcoms ya veteranas como Cheers, y la inefable Jessica Fletcher seguía resolviendo casos entre tacita y tacita de té en Cabot Cove, lugar tan ficticio como Twin Peaks pero con mucho menos encanto…

Aun faltaban años para el primer aldabonazo de HBO, Oz, y su gran eclosión como sinónimo de series de TV de calidad con The Sopranos. Triunfaban Aquellos maravillosos años, Married with Children y Treinta y tantos; Seinfeld empezaba a dar signos de que era mucho más que "otra" sitcom; aún estaban lejos éxitos como Friends, Ally McBeal, Band of Brothers...

En ese ambiente, irrumpió la original e insólita propuesta de Lynch y Frost. Ambos presentaban una serie de intriga basada en lo que se esconde debajo de lo cotidiano: una historia que se iba ramificando, y que mostraba un estupendo manejo de la información por parte de sus guionistas. Un recurso que la legión de fans de Perdidos han (hemos) experimentado en sus carnes durante seis temporadas.

Mézclese esa intriga con una ambientación cuidada, una primorosa narrativa visual llena de momentos evocadores, numerosas citas cinéfilas bien reconocibles, y con la habitual dosis de encantadoras rarezas y macabras ensoñaciones a las que David Lynch nos tiene acostumbrados (ahí están el enano, el café, la tarta, las docenas de donuts, el loro, la chaladura a prueba de bomba del agente Cooper…), y el resultado es una primera temporada compuesta de ocho capítulos (varios de ellos dirigidos por el propio Lynch, incluido el primero, de mayor duración, una verdadera joya de la ficción televisiva) que engancha y asombra a todo tipo de público sin remisión, incluso hoy en día, tantos años después. 

Continuará…

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