"You're going to need a bigger boat."

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viernes, 28 de octubre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… TWIN PEAKS (3)

Primera parte Segunda parte
 

3. Mantener el tirón
El éxito de Twin Peaks en todo el mundo fue resonante. Incluso a día de hoy se sigue celebrando un festival anual, donde fanáticos del mundo de la serie intercambian experiencias, se disfrazan, recorren las localizaciones originales del rodaje… todo ello, al mejor estilo de cualquier chalado inofensivo por el estilo. Quizá algún día, de noche, en pleno festival, se les ocurra internarse en los bosques, en busca de cierto lugar donde se entreven unas cortinas rojas entre los troncos de los árboles... no, no creo que se atrevan.

Tras la primera temporada, la serie continuó, de una manera por momentos algo errática, pero manteniendo un buen nivel (pese a algunos episodios en los que la larga mano de Lynch y Frost no alcanzó a evitar algún que otro desaguisado en los guiones…). Algunos nuevos personajes se sumaban a la trama (incluido el jefe de Cooper, el supervisor Gordon Cole, sordo como una tapia, a quien daba vida el propio Lynch), con mayor o menor fortuna. Sin embargo, el alargar el misterio de la identidad del asesino de Laura Palmer jugó en contra de la serie: la productora presionó a Lynch y Frost para que revelasen de una vez el enigma.

Una vez descubierta la verdadera identidad del asesino de Laura Palmer, que resultaba ser un poseído Leland Palmer, su propio padre, y superada ya la veintena de capítulos, la serie no finalizaba, sino que enlazaba directamente con un nuevo misterio: el maquiavélico y desquiciado exagente del FBI Windom Earle, aparecía en el pueblo para vengarse de Cooper, con quien empezaba a jugar una partida de ajedrez en la que cada movimiento podía costar una vida.

Twin Peaks, de hecho, no tiene final. La cancelación de la serie dejó abierta una trama fundamental, en un último capítulo dirigido por el propio Lynch: una vez detenido Windom Earle, tras un nuevo y alucinante paseo por ese "otro lugar" tan cercano al pueblo, el "lado oscuro" de Twin Peaks, encarnado en la figura del terrible asesino Bob, lograba dominar al agente Cooper, como había dominado en su momento al desdichado Leland Palmer. Una pena, porque la película que Lynch rodó posteriormente, Fire Walk with Me, era el recuento de los días previos a la muerte de Laura. Ese Cooper maléfico podría haber dado mucho juego...

Obviamente, tanto la serie como la posterior película tienen numerosos puntos en contacto, incluso momentos visuales concretos, que remiten a otras obras de Lynch: las cortinas rojas, sin ir más lejos, aparecen en Terciopelo Azul, en Mulholland Drive… surrealismo, rarezas, desdoblamiento de personalidad, violencia, sexo... todos ellos temas habituales en la obra de Lynch.

Continuará...


lunes, 17 de octubre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… TWIN PEAKS (2)


Primera parte

2. Una serie diferente
De no obtener la serie el resonante éxito que obtuvo Twin Peaks en todo el mundo, quizás ahora no disfrutaríamos de series tan interesantes como The Sopranos, Deadwood o The Wire, entre otras tantas… Porque nadie se habría vuelto a atrever a desafiar a los espectadores con una intriga diferente, extraña a ratos, absorbente, como la que proponían David Lynch y Mark Frost en Twin Peaks.

A principios de los 90, mientras llegaba el ocaso de Steven Bochco, creador de Hill Street Blues, mantenían el tirón sitcoms ya veteranas como Cheers, y la inefable Jessica Fletcher seguía resolviendo casos entre tacita y tacita de té en Cabot Cove, lugar tan ficticio como Twin Peaks pero con mucho menos encanto…

Aun faltaban años para el primer aldabonazo de HBO, Oz, y su gran eclosión como sinónimo de series de TV de calidad con The Sopranos. Triunfaban Aquellos maravillosos años, Married with Children y Treinta y tantos; Seinfeld empezaba a dar signos de que era mucho más que "otra" sitcom; aún estaban lejos éxitos como Friends, Ally McBeal, Band of Brothers...

En ese ambiente, irrumpió la original e insólita propuesta de Lynch y Frost. Ambos presentaban una serie de intriga basada en lo que se esconde debajo de lo cotidiano: una historia que se iba ramificando, y que mostraba un estupendo manejo de la información por parte de sus guionistas. Un recurso que la legión de fans de Perdidos han (hemos) experimentado en sus carnes durante seis temporadas.

Mézclese esa intriga con una ambientación cuidada, una primorosa narrativa visual llena de momentos evocadores, numerosas citas cinéfilas bien reconocibles, y con la habitual dosis de encantadoras rarezas y macabras ensoñaciones a las que David Lynch nos tiene acostumbrados (ahí están el enano, el café, la tarta, las docenas de donuts, el loro, la chaladura a prueba de bomba del agente Cooper…), y el resultado es una primera temporada compuesta de ocho capítulos (varios de ellos dirigidos por el propio Lynch, incluido el primero, de mayor duración, una verdadera joya de la ficción televisiva) que engancha y asombra a todo tipo de público sin remisión, incluso hoy en día, tantos años después. 

Continuará…

miércoles, 5 de octubre de 2011

RODEADO DE SERIES presenta… TWIN PEAKS (1)

1. No es un pueblo cualquiera…
Demos un paseo por uno de los pueblos más famosos de la historia de la televisión. En los alrededores, espesos bosque de abetos Douglas se mecen al viento. De noche, quizá atisbes unas cortinas rojas entre ellos. No cruces al otro lado, si aprecias tu cordura, porque si lo haces, el fuego caminará contigo. Porque las lechuzas no son lo que parecen…

En este pueblo hay un hotel, el Great Northern, propiedad de la familia Horne, con todas las comodidades que cualquier turista por placer o por negocios pueda desear; y también está el aserradero Packard, del que salen todos los días grandes camiones cargados de toneladas de madera. Está la cafetería de Norma, para alternar en las horas del día, y está el Road House, para tomar una copa por las noches… y también está One Eyed Jack, el casino ilegal, para divertirte de verdad con juegos de azar… y de cama.

Y también están, claro, los habitantes del pueblo, con sus distintos trabajos y afanes: tan variopintos y atractivos como pueda concebirse en cualquier lugar. El sheriff Truman, sus ayudantes Hawk y Andy, y la inefable telefonista Lucy; Ben Horne, el dueño del hotel; la rica dueña del aserradero, Josie, acompañada por sus cuñados, el bonachón Pete y la taimada Catherine; familias como los Hayward, los Palmer; el doctor Jacoby, psiquiatra; el típico matrimonio formado por Leo y Shelley, y el atípico que componen Nadine y Ed; los jovencitos problemáticos de la escuela: Bobby, Audrey, James

Pero, sobre todo, en este pueblo apacible y tranquilo hay secretos. Muchos secretos. Y todos ellos giran en torno a Laura Palmer, la chica más popular, generosa, guapa y estupenda del pueblo. O eso parece… porque el terrible asesinato de Laura hará que la paz y la tranquilidad solo aparente que vive el lugar se revele como la fachada que es. Porque detrás de la feliz y pacífica convivencia, de un mundo de familia, pastel de manzana e instituto, hay otra realidad. Una realidad de violencia, de infidelidades peligrosas, de drogas, de juego ilegal... y sobre todo, de una antigua y terrible oscuridad oculta tras unas cortinas rojas, siempre alerta, siempre al acecho.

El pueblo, naturalmente, se llama… Twin Peaks.

Continuará...