1. No es un pueblo cualquiera…
Demos un paseo por uno de los pueblos más famosos de la historia de la televisión. En los alrededores, espesos bosque de abetos Douglas se mecen al viento. De noche, quizá atisbes unas cortinas rojas entre ellos. No cruces al otro lado, si aprecias tu cordura, porque si lo haces, el fuego caminará contigo. Porque las lechuzas no son lo que parecen…
En este pueblo hay un hotel, el
Great Northern, propiedad de la familia
Horne, con todas las comodidades que cualquier turista por placer o por negocios pueda desear; y también está el aserradero
Packard, del que salen todos los días grandes camiones cargados de toneladas de madera. Está la cafetería de Norma, para alternar en las horas del día, y está el
Road House, para tomar una copa por las noches… y también está
One Eyed Jack, el casino ilegal, para divertirte de verdad con juegos de azar… y de cama.
Y también están, claro, los habitantes del pueblo, con sus distintos trabajos y afanes: tan variopintos y atractivos como pueda concebirse en cualquier lugar. El sheriff
Truman, sus ayudantes
Hawk y
Andy, y la inefable telefonista
Lucy;
Ben Horne, el dueño del hotel; la rica dueña del aserradero,
Josie, acompañada por sus cuñados, el bonachón
Pete y la taimada
Catherine; familias como los
Hayward, los
Palmer; el doctor
Jacoby, psiquiatra; el típico matrimonio formado por
Leo y
Shelley, y el atípico que componen
Nadine y
Ed; los jovencitos problemáticos de la escuela:
Bobby,
Audrey,
James…
Pero, sobre todo, en este pueblo apacible y tranquilo hay secretos. Muchos secretos. Y todos ellos giran en torno a
Laura Palmer, la chica más popular, generosa, guapa y estupenda del pueblo. O eso parece… porque el terrible asesinato de Laura hará que la paz y la tranquilidad solo aparente que vive el lugar se revele como la fachada que es. Porque detrás de la feliz y pacífica convivencia, de un mundo de familia, pastel de manzana e instituto, hay otra realidad. Una realidad de violencia, de infidelidades peligrosas, de drogas, de juego ilegal... y sobre todo, de una antigua y terrible oscuridad oculta tras unas cortinas rojas, siempre alerta, siempre al acecho.
El pueblo, naturalmente, se llama…
Twin Peaks.
Continuará...