Aprovechando la reedición de las dos miniseries Ultimate protagonizadas por Hulk, y dado el escaso interés de la nueva versión de Mark Waid (no digamos lo anterior…), el "mono" de Hulk me lleva a leerme estas dos historias que ene el momento de su aparición, por una u otra razón, dejé pasar, y que ahora Panini recupera en su económico formato coleccionable.
Tenemos dos guionistas de postín: por un lado, Damon Lindelof, uno de los creadores de Perdidos, hila una trama inteligente, aunque lastrada por el parón que sufrió en EE.UU. por los retrasos del escritor en terminarla. Es entretenida, y los diálogos son briosos, pero la historia va un poco de más a menos y, en resumen, no llega a ser gran cosa. Tampoco ayudan el perezoso narrar habitual en su dibujante, Leinil Yu (en sus últimas obras tampoco ha mejorado mucho en este aspecto) y el poco afortunado color de Dave McCaig.
Por otro, un Warren Ellis a medio gas, como todos los británicos un punto por encima de los yanquis en lo que a inteligencia y diálogos se refiere (eh, recordad que James Robinson también es británico), que se trae a uno de sus personajes fetiche, Pete Wisdom. Convertido en el Líder versión Ultimate, Wisdom trata de cargarse a los dos héroes, el (esta vez) gris y el acorazado, en una peripecia bastante alargada que Stan Lee y Jack Kirby habrían despachado en diez o doce páginas. Cary Nord ilustra con su habitual lápiz muy bien coloreado digitalmente por Dave Stewart, pero se nota claramente que las páginas están infladas porque la anécdota no da para cuatro episodios.
En resumen: entretenido, pero poca cosa. Dos guionistas que obviamente están al menos un punto por encima de la media (Ellis, varios puntos, cuando se aplica en serio), pero que en estas historias se muestran a medio gas. O a un cuarto de gas, en el caso de Ellis.
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