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Van Gogh... |
Kirk Douglas es uno de los personajes más interesantes del mundo de Hollywood. Su autobiografía, publicada a finales de los ochenta, es una lectura fascinante. Douglas, nacido Issur Danielovitch Demsky en Amsterdam, Nueva York, habría sido un hijo de inmigrantes más de no ser por su voluntad indomable de ser más que eso.
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El despiadado gacetillero de El gran carnaval... |
Tras unos titubeantes inicios en el teatro, Douglas comienza a despuntar en Hollywood con filmes como
The Champion, The Bad and The Beautiful, Out of the Past o
Letter to Three Wives, pero su carácter independiente y su frontal rechazo a firmar contratos largos con los estudios de Hollywood. Eso hará que su carrera atraviese por bastantes altibajos. Filmes como
El loco del pelo rojo o
Duelo de titanes, en la que trabaja con uno de sus grandes amigos,
Burt Lancaster, se alternan con otras películas que quedan muy por debajo de ellas, en términos de éxito y calidad.
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Ulises... |
Pero eso no le arredra: todo lo contrario, su independencia le permite formar su propia productora,
Bryna (el nombre de su madre), con la cual llevará adelante apuestas personales como
Senderos de Gloria y
Espartaco (Douglas no tiene pelos en la lengua acerca de
Stanley Kubrick, a quien reprocha su egoismo y tacha de "mierda con talento").
Asimismo, Douglas relata una de las grandes frustraciones de su carrera. Compró los derechos de
Alguien voló sobre el nido del cuco cuando la novela es aún desconocida, y primero la montó en Broadway sin ninguna repercusión, y después vio como su propio hijo, Michael, la convierte en un film de éxito pero con otro actor en el papel protagonista siempre soñado por Douglas (a quien no le gusta demasiado
Jack Nicholson como MacMurphy, por cierto).
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Espartaco... |
El dueño del hoyuelo en la barbilla más célebre de Hollywood no oculta sus imperfecciones. De carácter volcánico y apasionado, Douglas detalla sus amoríos adolescentes (en particular, la relación que mantiene con una profesora suya en el instituto), sus matrimonios y sus numerosos romances, casado o no, y da cuenta de sus inseguridades y de la difícil relación que siempre tuvo con su padre.
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Doc Hollyday... |
Por supuesto, Douglas también relata con prosa ágil y una saludable dosis de autocrítica un sinfín de anécdotas sobre su trabajo en el cine y el teatro. Unos pocos ejemplos: la ocasión en la que, rodando en Cadaqués, tuvo la oportunidad de conocer a
Dalí; sus broncas con directores que le pedían que rodase escenas de riesgo sin las debidas medidas de seguridad; su amistad con
John Wayne, pese a ser personas muy diferentes (es impagable la manera en que Wayne le reprocha a Douglas haber interpretado a un "mariquita debilucho" como Van Gogh); la emocionada carta que le escribe la señora
DeVito cuando su hijo
Danny debuta en uno de los films producidos por Douglas; las numerosas ocasiones en las que se encuentra con reacciones antisemitas que ataja con un "soy judío" que sorprende a su alrededor porque "no tiene pinta de judío"; o la manera en la que relata el momento en que le implantan un marcapasos, cuanto está a punto de cumplir setenta años. Estas y otras muchas más se encuentran en las páginas de
El hijo del trapero.
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Einar... |
El ya nonagenario Douglas, con su salud bastante mermada por un accidente de helicóptero y una apoplejía que sufrió en los noventa, sigue firmando artículos en su web (sobre temas como, por ejemplo, la tecnología en nuestras vidas, el matrimonio de parejas del mismo sexo o anécdotas sobre su carrera, vida y milagros) y en 2012 publicó
I am Spartacus!, un recuento del azaroso proceso de rodaje de una de sus películas más conocidas.
En resumen: una reflexión acertada sobre el cine y el mundo del espectáculo, y una lectura estupenda para cualquier amante del Séptimo Arte.
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Con su ex-cuñada. |
4 comentarios:
Pues sí. Algún releeré esta autobiografía, porque recuerdo que me encantó cuando la leí en su día (hace ya bastantes añitos). Haciendo memoria, en lo de los problemas de seguridad, recuerdo a Wyler en Historia de un detective y no sé qué pistola con balas de fogueo apuntando al pecho... En lo de los amantes, recuerdo una frase que me pareció la hostia, porque, " a pesar de lo sana que era su relación matrimonial en ese aspecto, reconocía que tenía continuas relaciones extramatrimoniales cuando se iba de rodaje (¿no hay un momento en el que dice que no quería saber la edad de algunas jovencitas con las que estaba?). También me pareció curioso que le dedicara un capítulo (o dos) con nombre a ¿era Pier Angeli? (no me voy a levantar a buscar el libro, que estoy en la cocina)... Jo! Ninguna de sus mujeres tienen capítulos con nombre. La última era Ann, ¿no? Esa me cae bien. El tema del "agente" al que engañan al final... y como la mujer se entera de que había vuelto a ejercer o algo parecido. Lo de que Kubrick quisiera cambiar el final de "Senderos de Gloria" para hacerla comercial... Un libro estupendo, sí señor.
AH! El de Pulphope...
Algún...algún día... es por escribir rápido.
Pues escribe más despacio, David! Jaja!
Lo de la edad de las jovencitas que mencionas lo comenta cuando está haciendo "la mili", antes de empezar en el cine. Lo de las relaciones extramatrimoniales durante los rodajes, en efecto, lo comenta en plan "todo el mundo lo hace". Y lo de Pier Angeli, en efecto, le dedica mucha extensión porque se enamora de ella y le cuesta ver que ella no bebe los vientos por él, precisamente...
Jaja...Sí, ya. Pero es la costumbre.
mmm... lo de la edad de las jovencitas, ¿no lo cuenta también cuando está rodando por latinoamérica no sé qué película?... Y sí, lo de Pier Angeli (vale, era ella)...lo recuerdo... pero si al final acabas con Ann...pues dedícale un capítulo o dos a hablar de ella, ¿no? Bueno, ya me entiendes. Pero el libro es fantástico (o el recuerdo que tengo de él, vamos)
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