Alfonso Zapico firma uno de los tebeos del año, sin duda. Lejos de dormirse en los laureles del Premio nacional del cómic recibido por Dublinés, el de Blimea se destapa con una obra tan adictiva como brillante, tan documentada como sincera. La balada del norte, cuyo primer libro acaba de editar Astiberri, nos traslada a la cuenca minera asturiana de los años treinta. Un lugar donde se siembran vientos… y se recogen tempestades.
Huyendo con acierto de un excesivo rigor histórico que habría resultado sin duda más plomizo que efectivo, Zapico elige manejar su documentación de una manera más orgánica: crea sus personajes y escenarios a base de una amalgama de personas, datos y ambientes reales, en los que articula su historia de forma amena y fluida. El reflejo de los dos bandos enfrentados es modélico, tanto en el caso del marqués y demás prohombres y fuerzas vivas del lugar, como en el de los mineros y su durísima vida diaria.
Brillante recreación de un episodio histórico, de esos que merece la pena conocer, La balada del norte se beneficia además de un dibujo simplemente soberbio y de una narrativa gráfica excelente, que se fija tanto en el devenir de los hechos que llevan al estallido de la revolución como a los peqeños detalles cotidianos.
En resumen: tebeazo. Ahora, solo queda esperar al segundo tomo...
Puedes leer el primer capítulo aquí.
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