Es un comentario habitual entre los fans del cómic, en particular el de superhéroes, que algo no les gusta porque está "mal dibujado". Hemos de analizar qué es dibujar "bien" y qué es dibujar "mal". Es una cuestión interesante.
En general, la gente que hace ese tipo de comentarios aplica "bien" a un dibujo anatómicamente correcto, cuidado, y estéticamente agradable a la vista, en general. En esta categoría entrarían clásicos como John Buscema o Neal Adams, y sus herederos actuales, como Lee Weeks o Alan Davis, por ejemplo.
Bien, el problema es pensar que esa es la única manera de dibujar o de narrar que existe. Sin quitar ningún mérito a monstruos como Davis o Buscema, y tantos otros, esa manera de ilustrar una historia no es ni debe ser la única. Porque si aplicamos "mal" a lo que no es anatómicamente "correcto", no es realista, o no se ajusta a un canon clásico de dibujo, entonces dibujan "mal" gente como Frank Quitely, Tim Sale, Arthur Adams, Paul Pope, Mike Allred, Bill Sienkiewicz, Ross Campbell… o Jack Kirby.
¿Es la anatomía lo único importante? ¿Todo tiene que estar "bien dibujado"? ¿Confundimos "buen dibujo" con "acabado lustroso", que normalmente es fruto del trabajo de varios pares de manos, a veces no demasiado bien coordinadas?¿Tiramos un tebeo porque una cara está mal resuelta, o porque el autor entiende la anatomía de una manera más personal que académica? ¿Y dónde queda el diseño de personajes? ¿Y la planificación de página? ¿Y la ambientación de la historia? ¿Y la IMAGINACIÓN?
Ejemplos de a qué me refiero: el reciente Capitán Victoria de Joe Casey y Nathan Fox; el Batman Año 100 de Paul Pope; Aurora West de Pope, Petty y David Rubín; el Glory de Keatinge y Campbell; la nueva Ms. Marvel; la reciente Hulka de Pulido; el ya inminente en español Jupiter's Legacy, de Millar y Quitely; o el Ojo de Halcón de Fraction y Aja, entre otros muchos.
No es una cuestión de "mal" o "bien". Dibujar es hacer magia, es convertir un espacio en blanco en otra cosa, es comunicar, es contar. El problema no es que los dibujantes sean más o menos académicos (y ahí está el inmenso Stuart Immonen para demostrarlo); el problema es que sean anodinos. Tantos y tantos tebeos de Marvel, DC y otras vienen envueltos en coloreados digitales abigarrados que intentan disimular lo estático y falto de personalidad de muchos dibujantes, unos porque su talento no da para más, otros (muchos) porque están sujetos por las férreas leyes de una dirección artística mal entendida. Eso sin hablar de las historias, claro...
El género de los superhéroes es pura fantasía, un baúl de sastre en el que cabe todo, y que no puede ni debe afrontarse como algo "realista". Un tebeo de superhéroes realista es un aburrimiento garantizado. Gigantes verdes, personas vestidas de colores que vuelan, gigantes, enanos, seres divinos, otras dimensiones, edificios imposibles… ¿dibujados de manera realista? Venga ya. Eso funcionó con Marvels y con Kingdom Come… pero no solo por Alex Ross, sino porque eran buenas historias, además.
Todo lo que acabo de decir se puede condensar en dos palabras: JACK KIRBY.
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