"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 11 de septiembre de 2017

Rodeado de series presenta... TWIN PEAKS, temporada 3


Partimos de la base de que yo nunca salí de Twin Peaks. Me habré visto la serie original completa al menos tres veces. Fuego camina conmigo me dejó tan alucinado cuando la vi que aún no me he recuperado. Traté de acercarme a esta nueva incursión televisiva de David Lynch sin expectativas. Simplemente, me dije, vamos a ver de lo que es capaz el viejo mago.

Dieciocho semanas después, dieciocho capítulos después… aproximadamente dieciocho horas de nuevas locuras después, esto es lo que puedo decir. Por mí, podría seguir otras dieciocho temporadas.

David Lynch no ha escogido el camino fácil. Podría haber retornado al sendero de las primeras entregas de la serie, con esa mezcla de thriller rural y momentos extraños que tan buen resultado le reportó. Pero no. Ya no es el mismo. Nosotros tampoco. La televisión, en buena medida gracias a Twin Peaks, tampoco es la misma. Y Lynch ha decidido ir por el camino difícil. Demostrar que se puede hacer algo diferente con las mismas herramientas.

Andy.

Trío de ases del FBI.

Trío de damas de Las Vegas.

I am the ARM.

Esta serie no atraerá en absoluto a los degustadores de ficciones más convencionales. No es fácil de digerir, sobre todo pensando en quien no conozca la serie original. Los episodios son arrítmicos, sin estructura, sin concesiones. Casi, aseguraría, nadie que no sea fan de Lynch resistirá mucho. Porque el nivel de rareza alcanza en algunos momentos cotas realmente inéditas, incluso para el creador de Terciopelo Azul. Y ese es el gran valor de esta nueva entrega de Twin Peaks. El viejo mago repite algunos trucos, pero su talento para asombrar, inquietar y sorprender sigue intacto. Sus personajes, algunos de ellos en particular, muestran además una humanidad encantadora y realmente a tono con los tiempos que vivimos, dentro del ambiente extraño: ahí está la Janey-E interpretada por Naomi Watts o el maravilloso Harry Dean Stanton.

Tramas abiertas que no se cierran. Ideas esbozadas en la serie anterior que se resuelven (o no). Personajes que regresan, personajes que no. Muchos momentos  inquietantes en la onda del mejor Cronenberg elevado a la décima potencia. Estallidos de violencia en la tradición de Carretera perdida. Momentos surrealistas sin ninguna explicación. Misterios que nunca se aclaran. Instantes simplemente memorables, como el mostrar el implacable paso del tiempo en los personajes (o su vetustez), como ese momento en el que Bobby Briggs no puede reprimir las lágrimas ante el retrato de Laura Palmer, como esas terribles conversaciones telefónica entre Hawk y la dama del leño, como todo ese episodio octavo que le da un nuevo sentido a la palabra "extraño"… y hablamos de David Lynch. Escenas en las que domina el humor, como casi toda la parte de Las Vegas. Y momentos en que las escenas se alargan sin demasiada necesidad, planos fijos sin diálogos ni aparente utilidad, cuyo sentido se nos escapa, si es que lo hay. Altibajos, pero más altos que bajos, muchos más. Y sobre todo una capacidad de atraer, de atraparte en su mundo raro.

Diane es real.

Cooper.

Where's Judy?

Dougie Jones.

He disfrutado a rabiar con las sorpresas, con el ambiente raro, con esos efectos especiales delirantes que mezclan el último grito digital con montajes fotográficos y trucos añejos, con esa capacidad innata de Lynch de inquietar con el simple uso creativo del sonido. He disfrutado con el reparto, y es una pena que el enano bailarín no nos haya deleitado de nuevo con su bailoteo y su capacidad de hablar al revés...

Lynch ata algunos cabos, pero muchos otros quedan sueltos. ¿Habrá más Twin Peaks? ¿Volveremos a ese lugar perdido en el estado de Washington? ¿O a ese suburbio de Las Vegas llamado Rancho Rosa? Ojalá sí. Porque quedan muchas cuestiones pendientes: ¿Es Laura Laura… o Carrie? ¿Es este mundo real, o es simplemente un sueño de alguien al otro lado, ese extraño lugar de las cortinas rojas? ¿Ha sido conjurado el mal definitivamente o no, si es que eso es posible?

En resumen: qué gozada.

Gotta light?

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