"You're going to need a bigger boat."

Mostrando entradas con la etiqueta Naomi Watts. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Naomi Watts. Mostrar todas las entradas
lunes, 19 de noviembre de 2012
Películas recién vistas: LO IMPOSIBLE
La nueva película de J. A. Bayona es cine comercial. Eso no tiene nada de malo. Esperemos que su éxito en España se repita a escala internacional, y que ello abra las puertas a películas de toda clase de géneros, hechas en España y bien hechas, con ambición, talento y medios, que compitan en la cartelera con los habituales bodrios yanquis que nos asaltan con regularidad, respaldados por campañas de propaganda masivas y sibilinas, y roban el espacio disponible a otros filmes que desaparecen de las pantallas sin haberlas ocupado ni dos semanas. Por ahora, Lo imposible permanece en cartel, más de un mes después de su estreno. No está mal.
Lo imposible es comercial, por suerte, en el buen sentido. Gracias a dos actores con indudable gancho, Naomi Watts y Ewan McGregor, Bayona narra con brío, modos aprendidos del maestro Spielberg y buen aprovechamiento de los medios a su disposición la peripecia (basada en una historia real) de una familia que sobrevive al devastador tsunami que arrasó las áreas turísticas de Tailandia la Navidad de 2004.
Concebida para un público amplio, Lo Imposible es una película de realización vibrante e impecable (30 millones de euros muy bien aprovechados, presupuesto minúsculo comparado con esas millonadas yanquis que luego tan poco lucen en pantalla), y cuenta su historia con calculada precisión, sin ahorrar sufrimientos ni epifanías. Clásica, previsible, bienintencionada, carente de sorpresas pero no de calidad cinematográfica, merece la pena disfrutarla en pantalla grande pese a que en muchos momentos lo sensiblero sustituye a lo emocionante.
En resumen... comercial.
Más información, aquí.
domingo, 21 de noviembre de 2010
Películas recién vistas: CAZA A LA ESPÍA
Quizá el principal problema de esta película (y no es pequeño) es que casi todo suena "a visto ya", y por eso pierde mucho de su empuje. Por mucho que tenga razón en su crítica al desastroso papel internacional de la administración de Bush Jr., el film dirigido por Doug Lyman no aporta nada nuevo al respecto. Al estar basada en hechos reales más que conocidos, el argumento pierde también parte de su fuerza de arrastre.
Por lo demás, la película es una (bastante atinada) mezcla de filme de espías e historia de politiqueos a escala internacional. Ambientada en los meses posteriores al 11-S, Caza a la Espía cuenta la peripecia de Valerie Plame (Naomi Watts, tan guapa y tan buena actriz como siempre, una agente de la CIA de primer orden, casada con Joe Wilson (Sean Penn, bastante contenido, por fortuna), un diplomático bastante crítico con Washington. Cuando Wilson saca demasiado los pies del tiesto, la administración no encuentra mejor manera de desacreditarle que arruinar la carrera de su esposa… con todas las consecuencias que ello conlleva.
El film tarda demasiado en llegar a su momento clave: el arranque del devastador ataque del Gobierno contra el volcánico Wilson y, de rebote, contra su esposa, una agente competente y abnegada que de pronto se ve ninguneada y arrastrada por el fango, y acusada de incompetencia, traición y nepotismo por la administración y sus voceros. Hasta entonces, tanto la eficiente tarea de espionaje de Valerie como los asuntos de Joe, poco amigo de callarse cuando alguien le toca la fibra sensible, transitan por territorios bastante manidos.
El mayor acierto del film es describir a la perfección ese ambiente opresivo, esa persecución de cualquier tipo de disidencia, orquestada por el Gobierno y sus numerosos y poderosos medios afines, por leve que sea, nacida de los terribles sucesos del 11-S, que tan bien conocemos y que tan presente sigue hoy en día… y no sólo en los EE.UU. Modélica es la escena en la que los periodistas acosan a Wilson en su propia casa con preguntas que van de la insinuación al insulto en cuestión de segundos. Creo que dándole más tiempo a toda esta parte, las discusiones entre Val y Joe, el papel de los medios, el despiadado ataque que sufren y los manejos de los jefes de ambos, el film mejoraría bastante.
Caza a la Espía es una película que nunca llega a despegar del todo. Buena parte de su mérito reside en su pareja protagonista. Tanto Watts como Penn están bien en sus respectivos papeles. Numerosas caras conocidas en papeles secundarios animan un tanto la función, pero es dificil desprenderse de la sensación de que esta película llega varios años tarde...
Por lo demás, la película es una (bastante atinada) mezcla de filme de espías e historia de politiqueos a escala internacional. Ambientada en los meses posteriores al 11-S, Caza a la Espía cuenta la peripecia de Valerie Plame (Naomi Watts, tan guapa y tan buena actriz como siempre, una agente de la CIA de primer orden, casada con Joe Wilson (Sean Penn, bastante contenido, por fortuna), un diplomático bastante crítico con Washington. Cuando Wilson saca demasiado los pies del tiesto, la administración no encuentra mejor manera de desacreditarle que arruinar la carrera de su esposa… con todas las consecuencias que ello conlleva.
El film tarda demasiado en llegar a su momento clave: el arranque del devastador ataque del Gobierno contra el volcánico Wilson y, de rebote, contra su esposa, una agente competente y abnegada que de pronto se ve ninguneada y arrastrada por el fango, y acusada de incompetencia, traición y nepotismo por la administración y sus voceros. Hasta entonces, tanto la eficiente tarea de espionaje de Valerie como los asuntos de Joe, poco amigo de callarse cuando alguien le toca la fibra sensible, transitan por territorios bastante manidos.
El mayor acierto del film es describir a la perfección ese ambiente opresivo, esa persecución de cualquier tipo de disidencia, orquestada por el Gobierno y sus numerosos y poderosos medios afines, por leve que sea, nacida de los terribles sucesos del 11-S, que tan bien conocemos y que tan presente sigue hoy en día… y no sólo en los EE.UU. Modélica es la escena en la que los periodistas acosan a Wilson en su propia casa con preguntas que van de la insinuación al insulto en cuestión de segundos. Creo que dándole más tiempo a toda esta parte, las discusiones entre Val y Joe, el papel de los medios, el despiadado ataque que sufren y los manejos de los jefes de ambos, el film mejoraría bastante.
Caza a la Espía es una película que nunca llega a despegar del todo. Buena parte de su mérito reside en su pareja protagonista. Tanto Watts como Penn están bien en sus respectivos papeles. Numerosas caras conocidas en papeles secundarios animan un tanto la función, pero es dificil desprenderse de la sensación de que esta película llega varios años tarde...
jueves, 5 de agosto de 2010
Películas recién vistas: MADRES E HIJAS

Tras debutar como guionista/director con Things you can tell just by looking at her (Cosas que dirías con sólo mirarla) y confirmar su capacidad para el drama centrado en personajes femeninos con Nueve Vidas, Rodrigo García lleva varios años desarrollando una carrera estable como director de series de TV de éxito (en su currículum figuras capítulos de A dos metros bajo tierra, The Sopranos, Carnivale o Big Love, entre otras) y regresa ahora con un nuevo drama que lleva todas sus señas de identidad, Madres e Hijas. A saber:
-una historia intimista, centrada una vez más en los personajes femeninos. Karen (Annette Benning) es una mujer madura que convive con su madre enferma, y que arrastra la carga del arrepentimiento por haber dado en adopción a su hija, a la que dio a luz con solamente catorce años. Huraña y solitaria, Karen se encuentra de repente con la amabilidad de un compañero de trabajo, Paco (Jimmy Smits), que se empeña en saltar el muro que Karen ha construido a su alrededor. Por su parte, Elizabeth (Naomi Watts) es una mujer independiente, triunfadora, pero a la vez fría y solitaria (estupenda la escena de la entrevista inicial de trabajo, cuando en unas pocas frases escuetas resume su vida), a quien le resulta imposible empatizar con la gente a su alrededor y que sin embargo utiliza un atractivo físico para vivir aventuras fugaces... sólo para desaparecer, cuando cambia el viento, e irse a otra ciudad... Pero Elizabeth siempre termina por volver a Los Ángeles, donde siente, intuye, sabe que vive su madre, la mujer que la dio en adopción al nacer.
-una realización excelente, sensible y original, con numerosos momentos visuales logradísimos, como la secuencia que abre el film.
-un reparto de campanillas: Annette Bennig (excelente, aunque a ratos un poco sobreactuada) y Naomi Watts (guapísima y excelente, sin más; qué le voy a hacer, soy fan) encabezan el cartel, con intervenciones de un largo elenco de actores y actrices sobradamente conocidos: Jimmy Smits, David Morse, Samuel L. Jackson, Elpidia Carrillo y la maravillosamente maravillosa Amy Brenneman (ambas repiten de nuevo con García tras Cosas... y Nueve Vidas), Cherry Jones, Elisabeth Peña (¡Olvida el Álamo!) y un largo etcétera de caras conocidas repartidas por el film...
Es este un film algo más solemne y con más pretensiones que sus anteriores películas. Cosas... y Nueve Vidas eran ejercicios excelentes de creación de personajes femeninos a contracorriente, encantadores, vivos, imperfectos: el episodio protagonizado por Rhonda, encarnada por Amy Brenneman, en Nueve Vidas vale por toda una película, al igual que el capitulo de Cosas... protagonizado por Glenn Close. Esta vez, García renuncia a la división en episodios de su historia y se centra en solamente dos personajes, madre e hija, separadas y unidas a un tiempo. Una idea interesante la de que ambas son "defectuosas" porque les falta una parte de sí mismas. Más interesante aún resulta esa tesis que la película defiende y García pone en boca de dos personajes muy diferentes: lo que importa, en términos de familia, no es la sangre, es el tiempo que se pasa con alguien. Una tesis que el final del film (bien resuelto pese a algún que otro excesillo dramático en el hospital) recoge a la perfección.
Dentro de un guión estupendo con momentos realmente logrados, hay que alabar que García no caiga en la tentación del final feliz baboso (pese a que en algunos momentos el film corre peligro de escorar hacia el mundo del almíbar, pero sin llegar a hacerlo), y son destacables unos cuantos momentos más que logrados, como la escena de Karen y Paco en el coche de éste, cuando ella le pregunta "¿Pero de dónde has salido tú?"; el arrebato de Elizabeth en la clínica, o su mirada a su alrededor en la fiesta de la familia de su jefe. Sólo se puede achacar al film algunos momentos superfluos (la charla de Elizabeth con su vecina adolescente ciega, algo redundante) o personajes como los vecinos de Elisabeth o el antiguo amor de Karen, que o bien deberían desarrollarse algo más, o simplemente desaparecer de la trama para aligerar un pelín el metraje de 125 minutos del film.
En resumidas cuentas: merece la pena.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)