"You're going to need a bigger boat."
viernes, 8 de julio de 2011
Rodeado de Celuloide presenta… RICARDO DARÍN
No engaña a nadie, pese a su título, Un Cuento Chino, película argentina dirigida (y escrita) por Sebastián Borenzstein, uno de cuyos mayores alicientes es el protagonismo de ese pedazo de actor que es Ricardo Darín. Un cuento chino es exactamente es: un cuento, con sus momentos irreales, sus instantes de humor, sus momentos dramáticos, y con un final feliz que no parece impostado.
El film, que se ve con una sonrisa en los labios, no llega a las cotas de calidad de los protagonizados por Darín a las órdenes de Juan José Campanella, pero juega muy bien con una serie de temas (la inmigración, la soledad, la solidaridad…) nada originales, pero bien mostrados. Y una vez más, Darín da un recital.
El carisma inagotable del ya veterano actor argentino le hace capaz de hacer creíble cualquier tipo de papel sin aparente problema. Lo mismo nos encandila con ese papel de buen tipo con problemas que borda en la imprescindible El Hijo de la Novia y la estupenda Luna de Avellaneda, que nos sorprende con caracterizaciones diferentes y completamente convincentes de individuos algo más "en el filo". Ahí están el estafador de Nueve Reinas, el tipo extraño de El Aura (ambas rodadas a las órdenes del fallecido Fabián Bielinsky), el desencantado escritor de El mismo amor, la misma lluvia, o el abogado cazador de ambulancias en Carancho… por no hablar de su enorme papel en El Secreto de sus Ojos junto a la maravillosa Soledad Villamil (quien por cierto, además de actriz, es cantante), un peliculón de esos que solo se ven de mucho en mucho.
Por decirlo como es debido... Darín, sos un capo. Un capo.
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