"You're going to need a bigger boat."

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lunes, 15 de febrero de 2016

Recién leído: UNA ENTRE MUCHAS, de Una


Este es uno de esos libros que no te alegrarán el día, ni lo pretende. Pero Una entre muchas (acertada traducción de Becoming unbecoming) es un libro que todo el mundo debería leer, y no solo la gente concienciada e interesada en el tema, sino todo el mundo. Las personas que trabajan en medios de comunicación, en educación (sobre todo), en las administraciones que se ocupan de la atención de las víctimas… y también cualquier persona, que solo sea un ciudadano o ciudadana de bien.

Así, podrán reconocer muchas cosas cotidianas en la historia de Una, tristemente de actualidad en nuestra Europa del siglo XXI (no nos engañemos, no solo en España): la de una víctima a la que la sociedad no solo niega el amparo o la ayuda sino que casi convierte en culpable de su situación. Un ambiente opresivo hecho de insultos, de silencio, de aislamiento, de confusión y de ignorancia mantenida durante décadas por instituciones, organizaciones y gentuza de toda condición, aferradas a maneras medievales de ver la vida, sobre todo la de los demás.

Este libro duro, sorprendente en lo gráfico por la multitud de recursos que despliega, me ha recordado por momentos al libro Felices como asesinos, tan excelente como desasosegante, y al ambiente opresivo que tan bien describe, y que tan bien se ajusta a lo que Una nos cuenta, y nos lo cuenta bien porque lo conoce bien. También me ha recordado a algo reciente y cercano el momento en que Una describe las chanzas que algunos hooligans entonan a gritos en partidos de fútbol, cachondeándose a cuenta de la cuenta de víctimas del Destripador de Yorkshire: no hace mucho, aficionados de cierto equipo de balompié español vitoreaban a un jugador condenado judicialmente por violencia de género, insultando sin pudor y a voz en grito a la víctima. Es bonito ver que los seres humanos compartimos tantas cosas, ¿verdad?

También es muy certera la reflexión que hace sobre la presencia de la violencia contra las mujeres en cierto tipo de ficción. Todavía recuerdo aquellas películas de acción de los ochenta y noventa en los cuales una violación, lo más sádica posible, parecía casi una escena tan obligatoria como la manera lo más violenta y circense posible de acabar con el villano de la función.

Todo lo que cuenta Una expresa bien a las claras dónde está el problema: en el sistema. Un sistema que educa en la desigualdad, que recorta derechos y servicios sociales y deja sin recursos a jueces y policías variadas, y que bombardea sin descanso a las mujeres de todas las edades con el insidioso mensaje de que no importa lo guapa que sea, ni lo lista que sea, ni si es madre o no, ni la edad que tenga. Nunca será lo bastante guapa, ni lo bastante lista, ni lo bastante madre, ni lo bastante joven. Un ataque continuo, consciente, organizado, y además reforzado, por acción, por omisión o por ambas cosas, por muchas personas y por muchas vías.

En resumen: este libro debería dar que hablar porque este es un tema del que HAY que hablar, sobre el cual no caben medias tintas y sobre el que HAY que ser beligerante.  Más información: aquí.

lunes, 2 de enero de 2012

RODEADO DE PAPEL (sin dibujos) presenta… FELICES COMO ASESINOS, de Gordon Burn

La fascinación por los asesinos en serie no es nueva. Multitud de piezas de ficción mejores y peores se han ocupado de las macabras figuras de estos personajes siniestros cuyos nombres son bien familiares, tanto ficticios como "basados en hechos reales", hasta convertirse en un género aparte que ha producido obras estimables, pero también multitud de bodrios intragables.

Lo mejor de estas obras suele ser poder consolarse pensando que son ficción… Eso no sucede con la historia que nos cuenta Felices como Asesinos. Se basa en la historia real de Fred y Rose, un matrimonio de lo más atípico que durante varios años, en la intimidad de su casita de Cromwell Street, en Gloucester (ahora derruida), llevaron a cabo todo tipo de salvajadas, incluidos abusos sexuales y asesinatos, de las que fueron víctimas varias chicas que cayeron en sus garras de una u otra manera, y también miembros de su propia familia: una ex-mujer de Fred y una de sus hijas fueron dos de las víctimas mortales, y sus hijos fueron sometidos durante años a abusos y torturas de manera casi diaria.

Gordon Burn, veterano periodista, en vez de mantener una distancia aséptica hace todo lo contrario: sin seguir una línea temporal clara, nos sumerge en las vidas y el carácter de Fred, Rose y las personas que murieron a sus manos. Un desolador ambiente de hogares rotos, trabajos miserables, abusos de todas clases, violencia, ignorancia, y miseria moral y material: un enfermizo caldo de cultivo que en unos casos produce verdugos, en otros víctimas. Los destinos de varias decenas de esas personas desamparadas convergieron en la infausta casa de Fred y Rose en Cromwell Street, como convergieron en el lugar los policías que finalmente, tras años y años de anonimato, sacaron a la luz el horror que se escondía en el lugar, bajo las continuas "reformas" de Fred.

Y Gordon Burn, haciendo gala de una enorme cantidad de documentación, elabora un largo reportaje que se caracteriza por la manera de sumergir al lector en el mundo enfermizo del que habla, sin asomo de identificación, pero con una estremecedora cercanía. Sin hacerlo de manera explícita, Burn denuncia el horror y la manera en que pasó desapercibido para todo el mundo durante tantos años, camuflado en ese familiar mundo de casas en hilera que nos suenan de tantas películas ambientadas en los suburbios pobres de las ciudades de Gran Bretaña.

Si buscas la Cromwell Street de Gloucester en Google Earth, encontrarás, en medio de la calle, un pasaje, rodeado de unos setos. Un hueco donde antes había una casa… la casa de Rose y Fred West, que fue demolida, arrasada hasta los cimientos para borrar toda huella de ella y de lo que en ella ocurrió.

Nunca creí que encontaría un libro más desasosegante que American Psycho… pero comparado con Fred y Rose, Patrick Bateman parece el hermanito de Charlie Brown. Y con el agravante de que Fred y Rose… son reales.


PS: La misma historia sirve de base a Appropriate Adult, una miniserie de dos episodios de 2011, que se centra en los momentos posteriores a la detención de Fred y Rose, sobre los que el libro no se extiende demasiado. Con Dominic West bordándolo como Fred, Emily Watson interpreta el papel de Janet Leach, la "adulta responsable" de Fred: una curiosa figura legal de voluntariado que contempla la ley británica, una persona que asiste como observadora en interrogatorios a delincuentes menores de edad o indefensos, como defensa adicional para el detenido. La serie explora la relación que Fred establece con Janet, un contacto que, como casi todo lo que rodea a Fred, es nocivo y retorcido...  Pese a que se toma algunas licencias dramáticas, como suele ocurrir en estos casos, la serie captura a la perfección el carácter de Fred y Rose y su enfermiza dependencia mutua.