"You're going to need a bigger boat."

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viernes, 11 de noviembre de 2016

Recién leído (por fin): CAPITÁN MARVEL de Peter David


Bueno, hora es ya de decirlo en voz bien alta por si acaso alguien tiene alguna duda: Peter David es uno de los GRANDES. A la altura de cualquier guionista de los más célebres de Marvel o DC. Un verdadero fenómeno de la escritura, capaz de encadenar larguísimas etapas en cada serie que toca, de divertir, renovar y a la vez honrar la tradición que recoge en cada trabajo. Ahí está para demostrarlo su recordada andadura en The Incredible Hulk, su larga temporada en Supergirl, su recién finalizada Factor-X, o esta imprescindible serie que ahora Panini está recuperando en tomos.

Merece la pena, y mucho, disfrutar con el humor, las sorpresas y la diversión que es capaz de imprimir David a las andanzas de Genis, el hijo de Mar-Vell.  David aplica sus habituales armas: conocimiento enciclopédico del material que maneja, respeto a la continuidad, tono ligero y lleno de humor (esos diálogos simplemente inigualables, que provocan carcajadas gracias al ajustado equilibrio entre la comedia y las citas a la cultura de masas) sin entrar en el terreno de la parodia, personajes secundarios con peso y con interés.




En esta serie, David recuperaba a dos secundarios, el sempiterno Rick Jones y su esposa, la escultural Marlo Chandler, a la que David creó en sus "años gamma". Ambos son sometidos a todo tipo de geniales peripecias en su vida compartida con el joven hijo del célebre Mar-Vell (a quien David rinde homenaje, acompañado de Jim Starlin). David también maneja personajes como los Micronautas (aquí, llamados Micrones por cuestiones de derechos) o Dragón Lunar.

Pero la maestría de David es que, dentro del tono ligero, es capaz de introducir temas "serios" sin sermonear, sin que parezca que los mete "con calzador". En el caso de esta serie, sin sonrojo, David presenta una ceremonia en la que los Kree extirpan a sus hembras los centros de placer. Si en El Increíble Hulk David trataba en repetidas ocasiones el maltrato doméstico, en esta ocasión los personajes como Marlo y Una-Rogg sirven para denunciar conductas de abuso sistemático contra niñas y mujeres, tan execrables como fáciles de indentificar en nuestro planeta.
 


ChrisCross, un dibujante con una honda influencia de Michael Golden, lleva con buen pulso el peso gráfico de casi toda la primera parte de la serie. Villanos clásicos como Thanos, Ronan el Acusador o Blastaar se alternan con otros enemigos menos conocidos como Una-Rogg, el mismísimo Merlín y otros…

El primer volumen de la serie, que nunca tuvo un gran éxito de ventas, mantiene un excelente nivel general. El segundo, que arrancó después de la célebre disputa entre David y Bill Jemas, sin dejar de ser bueno, pierde algo de fuerza, sobre todo en la parte en la que Genis pierde la chaveta y se vuelve kree de pura cepa, por así decirlo. Pero también atesora esta parte de la serie momentos sublimes, como la visita al mundo de Futuro Imperfecto, donde llegamos a ver a ¡tres! Rick Jones distintos juntos, ni más ni menos. Los excesos gráficos "noventeros" tampoco ayudaban demasiado. El baile de dibujantes es contínuo, signo inequívoco de que las ventas no acompañaban.

Ahora que Panini la está reeditando en el cómodo formato Extra Superhéroes (por cierto, el primer tomo tiene muchas páginas con el registro de impresión movido), es una gran oportunidad para retomar esta serie.

miércoles, 12 de junio de 2013

EL MONTÓN DE TEBEOS presenta… LA MUERTE DEL CAPITÁN MARVEL



Recuerdo bien el impacto que me produjo la lectura del estupendo tebeo de un Jim Starlin en plenitud de facultades. La lenta decadencia y posterior muerte de Mar-Vell, esa especie de Robert Redford espacial (esas patillas y ese tupé…) enfermo de cáncer, es emocionante por la manera serena, elegante y modélica en la que Starlin construye lo que fue el colofón a sus clásicas supersagas galácticas en Marvel. Por tebeos como estos nos gusta tanto Marvel, y merece la pena hablar de ellos de vez en cuando.

Te acuerdas de Mar-Vell, ¿verdad? Uno más de la miriada de personajes surgidos en el momento de expansión de Marvel, era un guerrero kree que llegaba a nuestro planeta como conquistador, como un soldado más, y acababa convertido en un superguerrero estelar, con el poder de la conciencia cósmica y con un diseño de uniforme sencillo y molón.

Sí, Starlin ya era un veterano en esto de darles matarile a sus protagonistas. Ya había matado a Adam Warlock… pero el final de Mar-Vell, a día de hoy, quizá sea la única muerte que la insaciable voracidad mensual de las series de la casa ha respetado (pese a que ha habido tentaciones al respecto, que todos recordamos). ¿Sentimentalismo de los autores? ¿Temor al rechazo de los lectores? ¿Simple pereza?


Recapitulemos: una de las iniciativas del inolvidable Jim Shooter fue la edición de cómics denominados Marvel Graphic Novels, cuya característica principal era su presentación en un formato lujoso: buen papel, formato grande, tapa blanda (ahora parece poca cosa, pero entonces era lujoso, comparado con el papel pulpa en el que aún se imprimían los cómics yanquis). Historias completas, que servían como complemento para los devoradores habituales de viñetas Marvel y enganche para nuevos lectores o embrión de nuevas series. Obras que muchos autores firmaban con su nombre completo, como para darles más empaque o por exigencia editorial.

Y así, Starlin firmaba en 1982 una de las mejores (de las pocas buenas de verdad, hemos de puntualizar) entre las Marvel Graphic Novels, todas ellas publicadas en España por Forum a lo largo de su historia, de una manera u otra, si mal no recuerdo. La muerte del Capitán Marvel ha sido reeditada también por Panini, recientemente, dentro del tomo Vida y muerte del Capitán Marvel, que recoge todas las aventuras de Mar-Vell realizadas por Starlin. Uno de esos tebeos de Marvel que merece la pena leer y releer.

Dándole el descanso eterno y haciéndole inmortal a la vez, Starlin convertía a Mar-Vell en uno de los grandes iconos de la casa. Conmovedor resultaba ver los infructuosos esfuerzos de los grandes genios entre los superhéroes Marvel, incapaces de frenar la lenta decadencia de Mar-Vell, o la paradoja de que sus eternos enemigos, los Skrulls, se presentaban para rendirle homenaje en su lecho de muerte, ante la indignación del sempiterno Rick Jones, compañero terrícola de fatigas de Mar-Vell (y de Hulk, y del Capitán América, y…).



Pleno de facultades, Starlin recuperaba a uno de los personajes Marvel con los que había trabajado más tiempo y le daba fin a su leyenda, recapitulando las glorias pasadas de un crepuscular Mar-Vell, quien daba una lección de entereza en la serena aceptación de su condición.

En el universo Marvel, en algún lugar de Titán, la luna de Saturno, reposa Mar-Vell, el mayor guerrero de los Kree y uno de los grandes héroes Marvel, que murió en paz tras una vida de aventuras cósmicas inigualables. Que siga descansando en paz.



lunes, 15 de octubre de 2012

Lecturas recientes: WARLOCK, LA AMENAZA DE THANOS

Panini reedita una de las historias cósmicas más conocidas de Marvel, en directo desde los años 70, una de las sagas que fueron germen de otras posteriores, como El Guantelete del Infinito y Aniquilación. Con el nombre de Thanos de actualidad gracias a Los Vengadores, nos encontramos en este tomo con el rey del mundillo cósmico de Marvel, con permiso de Jack Kirby, claro: Jim Starlin.

Retomando a Warlock desde el final de la Saga de la Contratierra (que Panini también publicará en otro tomo, en noviembre), Starlin pone lo mejor de sí mismo en una historia llena de dramatismo, ambiente cósmico Marvel del de siempre y chaladuras variadas. Warlock se enfrenta a sí mismo (bueno, a su yo del futuro), en varios episodios tan desmadrados como divertidos, y después se sacrifica para detener a Thanos en una monumental batalla en la que también participan los Vengadores.

Trescientas páginas de alienígenas improbables, idas y venidas espaciales, ideas impagables (como la "expansión" de Warlock, todo lo referente al Ladrón de Estrellas o la misma presencia báquica de Pip el Troll), ampulosas charlas y verbosos monólogos al más puro estilo Marvel, y un Starlin completamente desatado en la parte gráfica, con la ayuda de Al Milgrom y Steve Leialoha.

En resumen: divertidísimo. Marvel sabía hacer tebeos bien divertidos (cosa que parece haber olvidado en los últimos años)... véanse las páginas en las que el bueno de Mar-vell presenta a Thanos...

...o el enfrentamiento de Warlock con... ¡los 1.000 Payasos!...
... o el Warlock "expandido" ¡que es más grande que un planeta!